Estás en el trabajo y llevas siete horas delante de la pantalla del ordenador. Te sientes cansado, te empieza a doler la cabeza, tienes molestias en el cuello, notas sequedad en los ojos y los números de la pantalla se hacen cada vez más y más borrosos. ¿Te suena esta escena?
Como casi cualquier actividad de la vida, el estar durante muchas horas haciendo lo mismo no suele ser muy saludable. Y permanecer durante un tiempo prolongado delante del ordenador no es una excepción. Por desgracia, es probable que no tengamos opción y que por temas de trabajo nos veamos obligados a convivir con el mundo de la informática durante gran parte de la jornada. Esto puede traer unos cuantos problemas para nuestra salud.
¿Cómo afecta el ordenador a nuestra salud?
Tanto la luz ultravioleta como la luz azul que emiten las pantallas de los dispositivos digitales producen efectos negativos en nuestra visión. Permanecer delante de una de estas pantallas por un tiempo excesivo puede provocarnos ojos llorosos, sequedad ocular, picores, fatiga visual o dolor de cabeza.
Pero no solo debemos preocuparnos por nuestra salud visual. Normalmente mantenemos posturas forzadas cuando trabajamos con el ordenador y permanecemos mucho tiempo sin movernos. Dolores de espalda, molestias musculares, problemas cardiovasculares, aumento de peso o diabetes, son algunas de las consecuencias de llevar una vida sedentaria.
¿Qué podemos hacer?
Hemos visto que abusar del ordenador puede traer consecuencias negativas para nuestros ojos y para nuestra salud en general. Pero tampoco hay que dramatizar. No debemos temer a estas máquinas como si fueran familia del frío y maléfico Hal 9000. Los ordenadores están para facilitarnos la vida y seguir unas sencillas recomendaciones evitará que tengamos que poner nuestra salud como contrapartida:
- Haz ejercicios de estiramiento.
- Si tienes jornada partida aprovecha algunos minutos después de comer para pasear.
- Practica deporte al salir del trabajo.
- No fuerces la espalda y adopta una postura cómoda y saludable.
- Sitúa el monitor a una altura adecuada.
- Utiliza un monitor de calidad.
- Mantén los ojos a una distancia adecuada de la pantalla.
- Evita reflejos incómodos en la superficie del monitor.
- Parpadea asiduamente.
- Descansa al menos cinco minutos cada hora.
- Utiliza alguna aplicación que adapte el brillo de tu monitor.
- Emplea gafas y lentillas especiales para dispositivos digitales.
Con estas sencillas medidas mejoraremos nuestra experiencia ante el ordenador y protegeremos nuestra salud visual y física.