¿Sientes la necesidad de estirar el brazo y alejar el libro para poder leerlo? ¿Acercas y alejas el móvil para poder ver la pantalla con claridad? ¿Entras en un restaurante y tienes que cambiar de gafas para poder ver la carta? Si es así, te invito a que leas este artículo sobre la presbicia.
Cuando llegamos a los 45 años, los ojos empiezan a tener problemas para enfocar los objetos que tenemos más cerca. En mi caso, como óptico que soy, sabía que me tenían que llegar estos problemas antes o después. Aunque es verdad que empecé un poco más tarde de lo habitual, a los 48, la vista cansada nos llega a todos.
Se trata de un problema en el que confluyen dos factores:
- Los músculos que varían la curvatura del cristalino pierden fuerza.
- El Cristalino se hace más rígido.
Ambos factores aparecen a la vez y la consecuencia es perdida de enfoque y por lo tanto problemas para ver los objetos de cerca con claridad. Cuando vemos bien no nos damos cuenta, pero la iluminación es fundamental para la presbicia. No obstante, también influye la fisiología de las personas y el tipo de trabajo que hayan realizado hasta llegar a esta edad.
Por lo tanto queda claro que la presbicia no es ninguna enfermedad, es un proceso normal en todas las personas que aparece en unas antes y en otras después en función de constitución de nuestro ojo y del tipo de vida que hayamos llevado.
Afortunadamente hay muchas soluciones para poder aportar enfoque a nuestros ojos y así solucionar este problema.
Soy un présbita de 58 años y por mi profesión, óptico optometrista, he probado muchas soluciones para este problema que han ido surgiendo con el paso de los años y los avances tecnológicos. Sin embargo, para mí la mejor solución son las lentes progresivas. Estas lentes realmente nos devuelven el enfoque que ya no tenemos en nuestro ojo.
El avance en las lentes progresivas en los últimos años ha sido espectacular, llegando a los progresivos personalizados que aportan soluciones confortables y proporcionan mayor calidad visual. Cuanto mejor es el progresivo, mejor vemos con el.
Evidentemente la adaptación correcta a un progresivo depende de muchos pasos bien dados. Muchas personas no se hacen a las lentes progresivas porque la graduación es incorrecta, la elección de la montura es errónea, las medidas están mal tomadas o el montaje está mal hecho.
Por eso es fundamental ponernos en manos de ESPECIALISTAS que te aconsejen en la mejor elección de tus gafas. Existen distintos tipos de progresivos adaptados a cada situación laboral y estilo de vida. En Central Óptica contamos con un gabinete especializado que te ofrecerá la atención personalizada que necesitas para lograr una mejor adaptación.
Si comienzas a notar que te cuesta ver de cerca y enfocar los objetos, te invito a conocer a nuestros profesionales y solicitar una consulta en nuestros centros.
Alfonso Casasnovas Lafon
Optico Optometrista nº col 5.500
Director General Central Optica