Si te decimos el nombre de Stephen Curry tal vez no te suene demasiado si no eres muy aficionado al deporte nacional en Estados Unidos. Pero si añadimos que Curry es posiblemente el mejor tirador de la historia de la NBA ya te harás una idea más clara de que estamos hablando de un deportista de élite.
Como baloncestista legendario es de presuponer que Curry cuente con unas condiciones físicas envidiables. Su agilidad, habilidad, resistencia, pericia e, incluso, su vista han de ser extremas para poder ser un deportista top en su disciplina. Sin embargo, Curry es un caso especial en la historia de la NBA, pues ha jugado toda su vida con problemas de vista y acaba de comenzar a llevar lentillas a sus 31 años. Increíble, ¿verdad?
Queratocono: degeneración de la córnea
Curry padece queratocono, que es una patología degenerativa que consiste en la deformación de la córnea debido a una alteración en uno de sus componentes: el colágeno. La córnea (del griego «querato») acaba adoptando una forma de cono, de ahí el nombre de queratocono.
El queratocono es una dolencia que afecta a un porcentaje muy pequeño de gente. Se han detectado una serie de factores de riesgos que pueden favorecer la aparición de esta patología. La etnia, antecedentes familiares, el uso de lentillas inapropiadas, la dermatitis atópica e, incluso, el hábito de rascarse los ojos pueden ser factores determinantes para su aparición.
Deportistas con problemas de visión
Curry acaba de empezar a llevar lentillas y explica que «Es como si todo el mundo se hubiera abierto«. Pero el base de los Warriors no es el único deportista de élite que ha alcanzado el éxito en su deporte padeciendo problemas de visión. También en la NBA el gran Kareem Abdul Jabbar llevaba gafas para protegerse de una dolencia en la córnea. El tenista Hyeon Chung alcanzó el puesto 19 de la ATP jugando con gafas por sufrir un fuerte astigmatismo. El mítico ciclista de la ONCE Alex Zulle siempre montaba en la bicicleta con sus gafas. Y en fútbol, jugadores como Annibale Frossi, Edgar Davids (ambos jugaban con gafas) o Petr Cech también han alcanzado la cumbre con defectos en la vista.