En el mundo hay cerca de 285 millones de personas con discapacidad visual. Entre ellas 39 millones son ciegas y el resto padecen baja visión. Se cree que esta cifra seguirá aumentando de forma inexorable durante las próximas décadas. Por ello, parece evidente que es una necesidad imperiosa investigar una solución que permita devolver la visión a todas estas personas. Precisamente éste es el objetivo que se ha marcado el Barcelona Institute of Science and Technology (BIST), que con el proyecto Theia pretende desarrollar una retina artificial para curar la ceguera.
Esperanza de grafeno
El implante que está desarrollando el BIST está basado en el grafeno. Se trata de una sustancia formada por carbono puro, parecida al grafito, pero doscientas veces más resistente que el acero y considerablemente más ligera. Dicho implante de grafeno se colocaría en contacto con la retina con el objetivo de estimular las células ganglionares por medio de unos electrodos.
Aunque los ensayos de esta tecnología revolucionaria en personas aún quedan en un futuro lejano, el equipo de investigadores espera comenzar a probarla muy pronto en cerdos, pues su ojo es parecido al humano. Es probable que todavía hayan de transcurrir algunas décadas para tener una solución real a la ceguera, pero los pasos ya se van dando y vamos por el buen camino.
La vista, un tesoro
La vista es un sentido fundamental, en el que se fundamentan la mayor parte de las vivencias cotidianas que experimentamos. Considerando su transcendencia en nuestras vidas podemos comprender lo importante que es encontrar una solución que alivie las terribles dificultades que sufren aquellas personas con problemas graves de visión. Como señala Gabriel Silberman, director general del BIST, «la vista es algo muy importante para casi todo, desde el desarrollo intelectual hasta las oportunidades económicas. Si no ves bien tienes un problema muy grave«.