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Los insectos ven mejor de lo que pensábamos

Parece que habíamos infravalorado los ojos de estos pequeños invertebrados. Hasta ahora pensábamos que la visión de los insectos era deficiente, especialmente comparada con la de los humanos. Sin embargo, un estudio reciente de la Universidad de Sheffield (Reino Unido) viene a echar por tierra esta creencia. Según esta investigación los ojos de los insectos pueden ver el mundo por el que se mueven con un detalle más fino y, en general, mucho mejor de lo que se pensaba.

Ojos compuestos

Nuestros ojos y los de los insectos son muy diferentes. El ojo humano dispone de una única lente que se curva y modifica su espesor para enfocar y proyectar sobre la retina los objetos del mundo real. En cambio, el ojo del insecto es compuesto y está formado por la agrupación de múltiples lentes (hasta 6.300 en la abeja europea). Al no tener una única lente central, sino múltiples lentes pequeñas que no se mueven ni curvan para enfocar, se creía que las imágenes que capturaban estos ojos eran de baja resolución.

No obstante, los investigadores de la Universidad de Sheffield han descubierto que esta idea es errónea y que los ojos de los insectos también pueden capturar imágenes en alta resolución. Esto es gracias a las células fotorreceptoras que hay dentro del ojo compuesto, por debajo de las lentes. Resulta que dichas células en cierto modo realizan la labor que haría una gran lente central y se mueven de forma rápida y automática enfocando y desenfocando los objetos del entorno para capturar su imagen con nitidez y detalle.

Desafiando la tecnología

Este movimiento es tan rápido y las células fotorreceptoras tan minúsculas que es imperceptible a simple vista. Para estudiar estos movimientos dentro del ojo de un insecto vivo los investigadores han tenido que construir un microscopio especial que incorporase una cámara de alta velocidad.

Lo que parece claro es que el ojo, y sus múltiples versiones en todo el reino animal, es un órgano tan fascinante y complejo que aún nos queda mucho por descubrir y mucho por lo que sorprendernos sobre su funcionamiento.

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