De nuevo tenemos a la vuelta de la esquina el día de San Valentín. Para algunos se trata del día más romántico del año. Para otros, un invento del capitalismo para aprovecharse de los enamorados. Pero, en realidad, la tradición de San Valentín esconde una tragedia histórica que os contábamos hace un año. Independientemente de la versión con la que nos quedemos, lo que todos tenemos claro es que el amor es uno de los sentimientos más intensos y que es algo que debemos celebrar de algún modo.
Nuestros regalos de San Valentín
En Central Óptica queremos celebrar el amor de una forma muy especial. Del 9 al 14 de febrero por cada compra que realices en una de nuestras tiendas recibirás un rasca y gana. Como queremos asegurarnos de que te lleves una muestra de nuestro afecto, todos los rasca y gana tienen regalo seguro. Pero, además, dos de ellos esconden dos regalos muy especiales: Una cena romántica en pareja y una experiencia para dos.
Durante estos días cuidar de tu salud visual tiene además un regalo seguro.
Los regalos más románticos de la historia
A lo largo de la historia los enamorados han demostrado su amor de muchas formas, algunas rozando lo excéntrico y la opulencia más salvaje. Pero quién puede criticar al amor.
El Taj Mahal no es sólo una de las maravillas del mundo moderno, también puede considerarse el regalo más romántico de la historia. El príncipe Shahbuddin Mohammed lo mandó construir en el siglo XVII en memoria de su difunta esposa, Mumtaz Mahal. Sin duda, se trata del mausoleo más bello del mundo.
El actor Richard Burton tampoco escatimó en cuestión de dinero cuando compró para su amada Elizabeth Taylor el diamante más caro del mundo. Un diamante de 70 quilates por el que el actor pagó un millón de euros y que, a día de hoy, se estima que vale 13 millones de euros.
También rebosa romanticismo el regalo que Angelina Jolie entregó a Brad Pitt como muestra de su amor. Seguramente a la mayoría de los mortales se nos iría un poco del presupuesto, pues se trata de una isla con forma de corazón. La isla alberga un edificio diseñado por el célebre arquitecto Frank Lloyd Wright. Ahí es nada.
Pero como no hace falta ser multimillonario para demostrar el más profundo de los amores, he dejado el mejor regalo para el final. El famoso astrofísico y divulgador científico Carl Sagan dedicó su obra maestra Cosmos a su mujer, Ann Druyan, en la que, tal vez, sea la dedicatoria de libro más bella jamás escrita:
En la vastedad del espacio y en la inmensidad del tiempo, mi alegría es compartir un planeta y una época con Annie.