Seguramente sea la primera imagen que te venga a la cabeza cuando te hablan de la consulta del oculista. El célebre test de Snellen, basado en la gráfica de Snellen, ya forma parte del imaginario colectivo. Aparece en películas, series, libros, comics… ¡Hasta un famoso cómico del país lo utilizó de manera hilarante para uno de sus chistes! ¿Pero qué es realmente el test de Snellen?
Un poco de historia
El test, como es lógico, tiene un inventor. Y, como también es lógico, su nombre era Snellen. El oftalmólogo neerlandés Herman Snellen fue el padre de la prueba de agudeza visual más famosa del mundo. La diseñó en 1862 con el objetivo de comprobar la visión de sus pacientes.
Durante la prueba el paciente ha de identificar las letras que se muestran sobre una tabla situada a unos seis metros de distancia (al menos ésta era la distancia clásica fijada por Snellen). Las letras están colocadas en varias filas y el tamaño de los caracteres va decreciendo según se va bajando de fila. La fila 20/20 se corresponde con una visión normal.
La tabla de Snellen original mostraba hasta 26 caracteres alfanuméricos diferentes sobre una cuadrícula de 5 x 5. La gráfica actual ha reducido el número de caracteres posibles y sólo muestra 10 letras diferentes: B, C, D, E, F, L, O, P, T, Z.
¿Y los que no pueden leer?
Para los más peques, para las personas que no pueden leer y para aquellas cuyos idiomas maternos no utilizan caracteres latinos, se han desarrollado otros tipos de test similares al de Snellen. En este caso, tal vez el más famoso sea la Prueba E que utiliza la letra E impresa en diversas orientaciones y tamaños. El paciente deberá señalar, a petición del oftalmólogo, hacia dónde apuntan los «brazos» de la letra: izquierda, derecha, arriba o abajo.