La visión humana es una cualidad asombrosa que nos permite interpretar el mundo a través de nuestros ojos. Gracias a ella podemos disfrutar de una bella puesta de sol, detener el coche ante un semáforo en rojo o enamorarnos a primera vista. Nuestra visión es una obra maestra de la naturaleza, sin embargo, las capacidades del ojo humano palidecen frente a las de algunos animales. Repasa con nosotros algunos de los ojos de récord que podemos encontrar en la naturaleza.
Los más grandes
El animal que posee el récord mundial de los ojos más grandes es el calamar gigante. Esta descomunal y casi legendaria criatura marina puede llegar a superar los 10 metros de largo y sus órganos visuales alcanzan los 30 centímetros de diámetro. Este colosal cefalópodo es el auténtico «ojazos» del mundo acuático .
Los más ágiles
En los primeros puestos del ranking de los ojos con mayor movilidad y agilidad nos encontramos al camaleón. Con un ejercicio casi circense, este pequeño reptil puede mover sus globos oculares casi en cualquier dirección, teniendo como único punto ciego la zona de atrás de la cabeza. Además, es capaz de moverlos de forma prácticamente independiente, de modo que uno puede estar mirando a una posible presa y el otro leyendo una receta para cocinarla.
Los que ven en la oscuridad
¿Alguna vez te has levantado de noche para ir al baño y has pisado el rabo a Bigotitos? ¿O te has golpeado el dedo meñique del pie con la pata de la cama? Un clásico de los accidentes nocturnos. Y es que, para nosotros, humanos, es difícil ver en la oscuridad. Sin embargo, qué facilidad tienen los endemoniados mosquitos para masacrar nuestro cuerpo en las cálidas noches de verano. Pero esto tiene su explicación, porque estos pequeños insectos pueden ver en infrarrojo y detectar el calor que emitimos en la más plena oscuridad.
Pero no son los únicos ojos del reino animal que ven en la oscuridad. La visión del gato, el búho o el lémur están adaptadas de manera excepcional a la falta de luz.
Los más complejos
Y el premio a los ojos más avanzados e increíbles del planeta se lo lleva la langosta mantis. Al igual que el camaleón, este pequeño crustáceo puede mover sus órganos oculares casi en cualquier dirección. Pero lo más asombroso es que perciben la realidad de una manera totalmente diferente a la de cualquier otro animal. Con doce tipos de fotorreceptores (los humanos tenemos tres tipos) pueden ver en infrarrojo y ultravioleta, y apreciar detalles del mundo que nadie más puede observar igual. Por si fuera poco, la langosta mantis es capaz de ver la luz polarizada, lo que le da una gran ventaja competitiva en un medio como el acuático.